Al entrar al Estadio Nacional Brígido Iriarte, el pasado 15 de noviembre, se leía claramente una pancarta: “Fuera Farías mucho por aprender, al rojo tienes que venir a ver” y fue este el mensaje que se convirtió, junto a la lluvia torrencial de ese día, en el acompañante principal del encuentro disputado entre el Real Esppor y el Caracas FC.
Los equipos saltarían a la cancha a las 3:10 de la tarde e inmediatamente comenzarían a sonar las notas del Himno Nacional de Venezuela. Durante los primeros minutos del encuentro, la lluvia amenazaba con hacer de las suyas y evitar la realización del choque capitalino, pero 30 minutos después el cielo parecía despejarse y aunque no hubo sol, paró de llover en el coso de El Paraíso. Ya para ese tiempo, los “Demonios Rojos” habían colocado su maquinaria ofensiva a andar y gracias a un remate de “palomita” de Darío Figueroa abrieron la cuenta 1 – 0.
Con ese marcador se irían al descanso para una segunda parte que prometía más, pero que se quedó en promesas hasta que un inspirado Castellín violentó en dos oportunidades, al minuto 71 y al 86, el arco defendido por Dudamel. Lo demás sería historia y dejaría al Caracas en el liderato de la tabla seguido por el Deportivo Italia y al Táchira, mientras que esta derrota significa el décimo lugar en la clasificación con 16 puntos.
Con total seguridad, sin ningún contratiempo
Tras los acontecimientos acaecidos el domingo 8 de noviembre en el Estadio Olímpico de Caracas, en el juego Caracas – Carabobo, en el que se informó sobre el ingreso de armas de fuego al recinto, la organización del Real Esppor armó un buen plan de seguridad en el que incrementaron la seguridad privada y se sumaron 60 policías metropolitanos, asegurando la integridad de los casi 4000 asistentes al Brígido Iriarte.
Foto cortesía: Leo Merchán
0 comentarios:
Publicar un comentario